En caso de explosiones accidentales o intencionales, el film antiexplosivo ayuda a proteger no sólo la vida humana, sino también a sus propiedades.

La función principal del film antiexplosivo es mantener intacto el vidrio en el evento de una explosión, reduciendo así el daño a personas o propiedades que un evento como este podría provocar. Aunque la mayoría de las explosiones son accidentales y se relacionan con procesos de manufactura industrial, escapes de gas o similares, incluso en el caso de explosiones intencionales con dispositivos especializados el efecto del film antiexplosivo para proteger el área es el mismo.

Para entender cómo funciona este tipo de film de seguridad debemos primero entender el mecanismo de una explosión: Esta causa ondas de presión en los alrededores de donde se produce, y su efecto destructivo viene precisamente de la potencia de la detonación, que produce lo que se conoce popularmente como “ondas de choque” o diferencias de presión subyacentes de muy corta duración.

Cuando estas ondas de choque golpean el vidrio ocasionan su ruptura, y dependiendo de la cantidad de energía que lleven consigo y la distancia entre el origen de la explosión y la ventana, el daño ocasionado será mayor o menor.

En este sentido, instalar film antiexplosivo en sus ventanas tiene montones de beneficios para minimizar daños, tanto humanos como materiales, primeramente porque el film tiene la habilidad de estirarse sin romper el vidrio, además de absorber gran parte de las ondas de choque. Mientras la presión del aire se mueve hacia el vidrio “empujándolo” hacia dentro, el vidrio eventualmente llega a un punto en el que se astilla y rompe. Sin embargo, el film aplicado a la cara posterior sigue absorbiendo las ondas de choque y estirándose hasta que ya no puede soportar la presión, en cuyo caso efectivamente explotará.

En algunos casos, la onda de choque podrá ser lo suficientemente grande como para romper el vidrio pero no para afectar al film de seguridad, lo que resulta en que la ventana se raje, pero se mantenga en pie gracias al film. En este tipo de situaciones no sólo no hay heridas, sino que además no hay daño a las propiedades dentro del edificio.

Pero incluso en el caso de que la explosión sea lo suficientemente fuerte como para afectar al vidrio y el film, la mayoría de las veces el vidrio simplemente colapsa en un montón junto con el film antiexplosivo, produciendo el mínimo de daños y casi ninguna herida. Aún así, no menos de 95% de las veces el vidrio se mantendrá pegado al film.

Esta clase de lámina de seguridad se compone de un poliéster metalizado o transparente altamente resistente, y, como explicamos anteriormente, en caso de un impacto de quiebre ella evitará que los fragmentos del vidrio salgan disparados en distintas direcciones, ya que al estar instalada al interior del vidrio ayuda a retenerlo en su lugar.

A diferencia de las ventanas en las que no se ha utilizado film antiexplosivo y que al momento de una detonación podrían desprenderse del marco en el que están instaladas y caer hacia afuera, cosa que si se trata de un edificio alto podría ser sumamente peligrosa para los transeúntes que se encuentran en la calle fuera de este, el film anti explosivo hace que un gran porcentaje de la ventana se mantenga intacto en su marco, mientras que la mayoría de los fragmentos de vidrio se mantienen adheridos al film instalado.

En Interfilm contamos con film antiexplosivo de calidad certificada, con diferentes grados de resistencia de acuerdo a su espesor y las necesidades del cliente.